Review: Mat Zo – Self Assemble

Mat Zo pone en circulación su segundo disco, «Self Assemble», con el precedente del éxito de su anterior disco «Damage Control», el artista británico tenía la difícil misión de por lo menos igualar su primer disco, y no solo eso, sino que «Self Assemble» lo supera.

Mat Zo da un salto de calidad en este disco, se despoja de todo lo que no era necesario en su anterior trabajo, y se centra en construir un álbum concebido como una pieza musical única en la que cada canción engancha con la siguiente, al que apenas se le puede ninguna pega, salvo por «Light Out», la canción más floja del disco.

El chico de 25 años que le sacó los colores al EDM compartiendo una lista de ghost-producers, da una muestra de agudeza musical, a la vez que deja sin argumentos para atacarle a esos que se dedican a poner su nombre mientras otros ponen el talento que se sintieron tan ofendidos con la lista. Un disco que comienza con una épica e inquietante intro que nos va poniendo en situación, este no va a ser un disco para oídos sensibles.

En «The Enemy» ya percibimos parte de la evolución artística de Mat Zo, una canción en la que la electrónica y el indie se encuentran bajo la tutela de la voz de Sinead Egan, el disco sigue desarrollándose con madurez recogiendo las influencias disco y funk en temas como su canción con I See Monstas «Sinful» y «Soul Food», dos perlas de este nuevo trabajo de Mat Zo.

Pero si algo tiene bueno de este álbum es que cada canción es una experiencia diferente, desde el future bass que impregna la grandísima «Killing Time», el aire oriental en el interludio «Smacked Up On Jack» con una producción de rap, el dubstep más pirotécnico en el rescatado «Ruffneck Bad Boy (VIP)» y la progresiva «Stereo No Aware».

La última canción del disco es «Too Late», de nuevo con Sinead Egan en las voces, un deliciso corte que da paso al outro del disco «The Last Transmission» que pone el broche perfecto para un trabajo en el que Mat Zo se supera y se acerca a su madurez como artista.