Crónica: Concierto de Najwa Nimri (Madrid, marzo 2020)

Aún recordamos aquel fiestón de 2014 en el ocho y medio club en el que Najwa nos trajo su rave más loca de la mano de “Rat Race”, el disco que presentaba por aquel entonces y que tanto nos fascinó en beatMash. Ahora, seis años más tarde, toda aquella atmósfera se intuía algo lejana, pero el 5 de marzo pudimos comprobar que su magnetismo y paranoia sobre las tablas seguían intactos.

La actriz y cantante se plantó ante una multitud expectante en Madrid, con todo vendido y preparados para la fiesta y frenesí. Así estábamos y así fue. Repasó de arriba a abajo su “Viene de largo”, su más reciente viaje musical que, sobre el escenario, vino repleto de excentricidad y mucho baile. Aunque hacía tan solo unos días que lanzaba este nuevo material, los coros del público se hacían escuchar en la sala, sobre todo en temas como “Viene de largo”, “¿Hay alguien ahí?” o el temazo “Madrid Vacío”.

A pesar de que Najwa cuenta con un puñado de discos en su historial, repitió la misma fórmula que en 2014: sacar a relucir solamente el repertorio del trabajo que venía a presentar. Bajo esa ya habitual premisa, el bolo apenas duró 45 minutos, sin recuperar temas pasados como “Feed us” o “Pijama”. ¿Y era mucho pedir “Donde rugen los volcanes? Parece ser que sí, y no pinta que vuelva a tirar de ellos en sus set-lists.

Viniendo de Najwa Nimri, un verso libre del panorama escénico, tampoco nos extrañó demasiado, pero sin duda a todos nos supo a poco la velada. Podría decirse que todo lo que la envuelve es parte de su encanto. Ella no quiere demostrar nada a nadie, ni siquiera a sí misma. Embarcada en su faceta como actriz llena de éxitos en series con La Casa de Papel y Vis a Vis, siempre demuestra su profesionalidad y personalidad arrolladora en todos sus personajes, y el escenario es una puerta más a su arte.

El show fue, precisamente, un show; lleno de luces y colores, el cual se abrió durante no pocos minutos con unos visuales geométricos, hipnóticos, en bucle, que pretendían introducirnos desde el minuto cero en su nueva paranoia, esa que ha creado durante sus 25 años de trayectoria. Cerró con “Lento”, un tema que, por cierto, está hecho junto a El Gincho, con toques de jazz y pianísticos.

Por si fuera poco, en este “Viene de largo” encontramos hip-hop en “Güija”, bases de reggaeton en “Buenas palabras” o música oriental en “Más arriba”. Todo esto, unido a su universo de fantasía en el escenario y su actitud “ravera” y desfasada sin complejos. Si al principio confesaba que estaba nerviosa, el concierto fue in crescendo y dirigiéndose a una fiesta multitudinaria en la capital.

Un show, y un disco, totalmente recomendables, llenos de baile, electrónica y experimentación. Como a ella le gusta. Como ella disfruta. Y sin importar lo que digan.